La mayoría de nuestras joyas,
fabricadas siempre en plata de ley (925 milésimas), van
rodiadas y son muchos los clientes que nos han preguntado por qué.
El rodio es un metal poco
abundante, del grupo del
platino, de color blanco plateado
y bello aspecto, aspecto que conserva aún en condiciones ambientales adversas
debido a su resistencia a la corrosión y al deslustre; y de alta dureza, que le
hace muy resistente a los arañazos. En el galvanizado de otros
metales forma superficies duras, resistentes al desgaste y de brillo
permanente.
Estas características lo convierten en
un protector ideal de la plata que, aunque es más brillante que el rodio, como
todos sabemos por experiencia, se oxida, araña y pierde brillo con mucha
facilidad.
Otra cualidad del rodio, debido
precisamente a su estabilidad y baja reactividad, es que es hipoalergénico, con
lo que, al recubrir la plata o cualquier otro metal, evita el contacto de éstos
con la piel protegiéndola de posibles agentes alergizantes.
De este modo el rodiado de las joyas de
plata realza su belleza, aumenta su durabilidad y protege de posibles alergias.
¡Y le da una apariencia de mayor valor!. Cuatro grandes ventajas frente a un único
inconveniente: el precio, ya que el rodio es más caro que el platino y mucho
más caro que el oro, pero al ir en una delgada capa el incremento del precio no
es determinante pues las ventajas, definitivamente, son mayores.
Por esto es bueno valorar e incluso
preguntar a nuestro joyero si la joya que estamos comprando esta rodiada o no, porque su durabilidad dependerá mucho de una u otra
alternativa.
¿Tienes alguna duda?, ¿te ha gustado?. Déjanos tus comentarios,
estaremos encantados de aprender contigo :)
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